Biblioteca Carl Barks

Editorial: Planeta DeAgostini
Año: 1942 (original), 2009 (recopilación)
Guión y Dibujo: Carl Barks
Género: Infantil
Escaneo: Howard el patero solitario (CRG), Juf y Miki 5225 (CRG)
Archivos: 4
Tamaño: 203 Mb.
Formato: Cbr

Carl Barks (27 de marzo de 1901 - 25 de agosto del 2000) fue un famoso historietista y guionista estadounidense. Realizó multitud de historietas de la serie El Pato Donald, para la que creó Patolandia y muchos personajes que allí habitan, como Rico McPato o Gil McPato y los Chicos Malos o Golfos Apandadores. La calidad de sus guiones y dibujos le hizo ganar el sobrenombre de The Duck Man (El Hombre-Pato).
El Pato Donald es un personaje de Disney, que hizo su debut en tiras cómicas entre los años (1934-35) en la sección de cómic de un diario con la adaptación del cortometraje "La Gallinita Sabia", publicada entre el 16 de septiembre y el 16 de diciembre de 1934 en "Sinfonías Tontas" por Ted Osborne y Al Taliaferro. El 10 de febrero de 1935 Donald comienza a aparecer en la tira diaria de Mickey Mouse de Ted Osborne y Floyd Gottfredson como personaje de apoyo. Finalmente el personaje es traspasado a Barks, quien lo lleva a alturas insospechadas dándole una fama y popularidad aún vigente.

BIBLIOTECA CARL BARKS (Planeta DeAgostini)
Planeta De Agostini presenta, dentro de su línea Disney Clásicos, la Biblioteca Carl Barks, un ambicioso proyecto que recogerá por orden cronológico todas las historias realizadas por el Rey de los patos disneyanos a lo largo de su carrera, complementadas con textos sobre su vida y su obra, en una edición definitiva que no pueda faltar en la colección de todo amante del buen cómic.

Esta edición pretende hacer un exhaustivo repaso a la vida y obra de este genio de los cómics, un guionista y dibujante excepcional cuyas historias siguen vigentes a pesar de los años transcurridos, una influencia constante y un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones. Lamentablemente el tiempo pasó y lo que pretendía ser un gran proyecto quedó solamente en cuatro tomos, que obviamente no alcanzan a cubrir toda la enorme y magnífica obra de Barks. Pero para cualquier amante de los patos estos volúmenes son un tesoro digno de tener.

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