York

 

Editorial: Buru Lan

Año: 1971

Guión y Dibujo: Roy D'Ami

Género: Western

Escaneos: Ea7gno, Hhj (CRG)

Archivos: 6

Tamaño: 133 Mb

Formato: Cbr

¿Conoces a la Legión Extranjera? Quién sabe cuántas veces lo habrás oído mencionar en los libros que has leído o en las películas que has visto; una especie de fuerza militar que reclutaba ciudadanos extranjeros, no pertenecientes al país en el que se establecía la Legión. A menudo asociamos la Legión Extranjera con Francia y no podía ser de otra manera, dado que es el único país (junto con España) que cuenta con esta potencia militar.

Sin embargo, también existe una Legión Extranjera Occidental... Pero sólo en el mundo imaginario de los cómics.

El artífice de esta improbable fuerza militar en pleno lejano oeste es un autor que pocos recuerdan hoy en día (muchos ni siquiera han oído hablar de él), pero que quizás merece un redescubrimiento y una revalorización a bombo y platillo dada su originalidad artística y narrativa.

Sí, porque Rinaldo "Roy" D'Amy era un autor más que completo: escribía y dibujaba para sí mismo y para los demás y era un "PR" formidable, tanto que creó una organización de artistas talentosos (incluido Gino D' Antonio y Renzo Calegari, por citar sólo dos “docs”) que gracias a él entraron en contacto con el mercado editorial internacional.

Pero volvamos a esta Legión Extranjera fantasmal del oeste, perdida en las montañas rocosas: Canadá, Irlanda, Escocia, Italia, Polonia, Rusia, Francia y demás son parte de los países de origen del reducido grupo de personajes vigentes. en la legión. Y entre ellos destaca su líder, el Sargento Bill York, un hábil y respetado joven que, junto a su Legión, tiene la tarea de salvaguardar la paz, la justicia y el orden como todo buen héroe que se precie. Una serie muy afortunada, tanto por la acogida de los lectores como por la creatividad que D'Amy consigue inculcar en las historias; historias llenas de acción, pero también de situaciones que rayan en la comedia gracias a todo el equipo de personajes que trabajan junto a York y que hacen que esta saga western sea bastante atípica respecto a las de la época; ciertamente no es cosa de todos los días que en un cómic del oeste uno de los personajes secundarios se llame Antonio Caruso, que vino de Nápoles al oeste para hacer fortuna; o que un personaje responde al interminable nombre de Vassili Ivan Petrovic Karakazoff Smolensky.

La atmósfera digna de las grandes películas del oeste siempre ha acompañado el arte de Roy D'Amy.

Pero estos son precisamente los ingredientes que van bien tanto con la manera de contar de D'Amy como con su estilo, deudor (como muchos artistas de la época) de Milton Caniff, pero con un extra de humor que caracterizó sus relatos; los cuatro primeros, incluidos en el buen volumen de la Editorial Mercurio, son un perfecto ejemplo de la versatilidad del artista vicentino y representan el comienzo de la que, quizás, sigue siendo su historieta más hermosa pero también la última, dado que el artista dedicará sobre todo al trabajo de guionista, escribiendo relatos para el Corriere dei Piccoli y para el mercado exterior. Una verdadera pena, desde luego, pero al final es gracias a personajes como Gordon Jim, o a sagas cómicas como la famosa Hands Up! que el nombre de Roy D'Amy siempre será recordado, al menos por quienes, consideran autores como él de las raras perlas que brillaron con intensa luz en el período editorial de la posguerra, infundiendo en sus mesas ese toque que sólo los grandes maestros son capaces de dar.

Ese toque de imaginación, talento y originalidad que el Maestro D'Amy siempre ha desplegado con la misma facilidad con la que su Sargento York desenvainaba su arma en nombre de la justicia en las lejanas tierras del lejano oeste.

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