Reflejos - Azpiri y De Blas

 

Editorial: Cimmoc-Norma
Año: 2011
Guión: Juan Antonio de Blas
Dibujo: Alfonso Azpiri
Género: Historia-suspenso
Escaneo: librosvirtuales
Archivos: 1
Tamaño: 10 Mb.
Formato: Cbr

Obra para mayores de 18 años, tiene escenas de sexo explícito. Articulado en cuatro episodios con autonomía propia y, a su vez, relacionadas entre sí:
- El Reflejo del Unicornio
- El Reflejo y el Tiempo
- ... Y que el Reflejo me Lleve hasta el Infierno
- El Reflejo del Desierto.
Kubilai, gran emperador de China, encarga a su gran amigo Marco Polo, que haga entrega de su nieta a su futuro esposo, el khan de Persia. Marco es obligado a recordar que él conoció a la joven siendo niña. Al ver a Kukachin, hecha toda una mujer, no puede evitar seguir sus instintos y tomarla a riesgo de provocar la ira del Khan o del Emperador. Sin embargo, en el dormitorio donde se encuentran Marco con Kukachin hay un antiguo espejo que parece hacer algo más que reflejarlos.
Pasan un poco más de tres siglos y nuevamente aparece el mismo espejo, esta vez en la ciudad de Venecia. En la antigua casa que fuera propiedad de la familia Polo, se ha instalado el gran maestro Leonardo, contratado para instalar artilugios bélicos que sirvan a la defensa de la ciudad. Sin embargo, al mirar al espejo Leonardo ve a mujeres que fueron sus antiguos amores y con las cuales mantiene ardientes relaciones.
La historia nos trae al Nuevo Mundo, donde don Alvaro de Roa, se encuentra con restos del espejo. Don Alvaro es apresado por indígenas de la región, pero para su sorpresa no le ejecutan. Cada día lo visita una joven vírgen que le entrega más placeres de los que él puede imaginar.
Año 1902 en el desierto de Sahara. Una expedición encuentra unas antiguas ruinas. Al inspeccionar encuentran estatuas de mujeres y un antiguo espejo. Bob, vuelve a la ciudad para informar su hallazgo, dejando a cargo a su amigo Taners, quien aceptar cuidar las ruinas y a la Elma, esposa de Bob. Pero, mientras Bob no está, se desata una violenta tormenta de nieve que afecta profundamente a Taners y envuelve en un placer sinfín a Elma.

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